Por Francisco López Martín
Tal
vez sea posible dividir los libros sobre cine que verdaderamente merecen la
pena en dos grandes categorías: por una parte estarían los de carácter más
próximos a la búsqueda de cierta objetividad, de cierto consenso con el lector por
la vía de una ampliación orgánica acerca de sus propias ideas sobre la película
o sobre el director estudiados, como, por ejemplo, puede ser la monografía
sobre Michelangelo Antonioni de Domènec Font que recomendamos hace poco. Por
otra parte, estarían los libros escritos desde la perspectiva de una acendrada
subjetividad, que abordan el objeto de estudio desde lugares, personales o
literarios, a los que el lector difícilmente podría haber accedido si no fuera
porque el autor se ha dado esa libertad a la hora de pensar la obra abordada,
como, por ejemplo, los ensayos de Serge
Daney. Ninguna categoría me parece superior a la otra cuando el trayecto elegido deja en el lector algo así como la huella de una verdad.
Nunca
le oímos llorar. Apuntes sobre «Joker», de Aarón Rodríguez Serrano,
pertenece sin duda a esta última categoría. Basta con revisar la bibliografía
citada al final del libro para advertir que en ella los textos sobre cine
conviven con otros de ámbito filosófico, antropológico o mitológico. Desde esta
multitud de perspectivas, el autor empuña su lupa de aumento para explorar de
un modo sumamente personal, imaginativo y elaborado una película muy notable,
dirigida por Todd Philips. En este libro no sólo se presta la máxima atención a
elementos tradicionales como la composición de los encuadres, los desplazamientos del punto de vista o el desglose del montaje, sino
también a la banda sonora, tan olvidada por muchos analistas y que, en este caso, lejos de ser un mero acompañamiento de las
imágenes, resulta ser un factor absolutamente esencial en la producción del
significado. Ahí está, por ejemplo, el extraordinario análisis de la escena en
que Joker baja por las escaleras para dirigirse al programa de televisión al
que lo han invitado y del sutil desplazamiento en la banda sonora desde una
canción de Gary Glitter hasta la música compuesta para la película por Hildur Guðnadóttir. «Hasta
la nítida entrada de los agentes de
policía en escena, el baile está compuesto por quince planos. Los ocho primeros
se reproducen a velocidad natural y con la música de Gary Glitter de fondo. Los
siete restantes se muestran a cámara lenta y toman como referencia la música de
Hildur Guðnadóttir,
que aparece en escena mediante un fundido sonoro. La cesura entre ambos estilos
es realmente impresionante: lo que comienza como una celebración –el cuerpo
encantado de girar sobre sí mismo, de disfrutar de su propio movimiento– de
pronto deviene una suerte de danza ritual, de baile ominoso. Las patadas de
Joker en el vacío son subrayadas por grandes notas agudas, sus gestos se
vuelven de pronto solemnes, grandiosos, sagrados. Joker señorea en el espacio
de la escalera». Y, por ende, en el de todo el tramo final de la película: el
asesinato del presentador, la revuelta en las calles.
Hay
en el libro muchos análisis que quedan en la memoria del lector una vez acabado
el texto y que enriquecen su visión de la película. No obstante, donde la
radical subjetividad desde la que está escrito queda más profundamente de
manifiesto es en una serie de excursos autobiográficos en los que el autor nos
muestra, con una gran valentía, diferentes escenas de su vida y de qué modo
esos episodios lo han llevado a conectar desde lo más profundo con la historia
narrada en la película. Una película, por otra parte, en la que «si el espectador
se reconoce en las imágenes de Joker,
si goza, es porque en el fondo Todd Phillips ha escrito también una cierta
verdad que va más allá de la psicosis de Arthur y en la que podemos
reconocernos abiertamente. Desde el estallido de la crisis económica llevamos
ya demasiados años mirándonos al espejo cada mañana preguntándonos por nuestra
supervivencia económica inmediata y teniendo la extraña sensación de que los
poderes políticos y económicos nos están tomando por payasos».
El libro se puede descargar
gratuitamente en esta página web: https://shangrilaediciones.com/producto/nunca-le-oimos-llorar/ Por nuestro parte, queremos felicitar al editor y al autor por la audacia de
poner en marcha un proyecto tan «fuera de cuadro» como el que este texto nos
propone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario