Por el señor Snoid
Ocasional va a ser esta sección.
Pues hemos de confesar que vamos poco al cine. Y ello se debe a un montón de
causas: es caro; hoy en día es un coñazo (todos los cines son
idénticos: da igual que esté usted en Bilbao o en Cádiz, le tocará la misma sala
aséptica con fétido hedor a palomitas de maíz enclavada en algún Mall, como si
ir al cine fuera una función similar a la de comprar tampones, el regalo de
cumple de la Marijose o las últimas zapatillas Mercurial que lleva Messi); estos Malls están en la periferia, y por
tanto no se puede ir tranquilamente al cine andando como en la antigüedad,
cuando en cada ciudad había distintos tipos de cine, distintos precios y
distinto público (era raro llevar las bombas fétidas a un cine de estreno); hay
que ser muy cuidadoso con lo que uno va a ver: es decir, si uno no tiene el
mono de pantalla grande (que es un mono poderoso capaz de empujarle a ver Madagascar 3 o la última de Vin Diesel)
puede intentar acercarse a una peli de la que le hayan hablado bien… y salir
jiñándose en su bromista benefactor y en la peli de los demonios.
Doctoranda en Lacan, c. 1970 |
Por otro
lado, tampoco nos compensa escribir varios folios en torno a una basura: es un
esfuerzo que no merece aquello que deseamos olvidar cuanto antes. De hecho,
íbamos a empezar esta sección con The
Butler (Lee Daniels, 2013), pero como es una cosa tan blandengue, tan
tramposa, tan necia que parece dirigida no por un negro sino por un puto blanco
pintado de negro como los de las primeras películas gringas, lo vamos a dejar
correr y empezaremos por algo que sí nos haya gustado. Y es que piensen que
esta semana hemos ido dos veces al cine. Pero no reincidíamos desde el estreno
de Lincoln de Steven Spielberg (con
la vida tan agitada que llevó ese hombre y con lo divertido que era, ¿cómo se
puede hacer una película tan aburrida, tan solemne y tan idiota?) y el de Django
desencadenado de Tarantino, igualmente soporífera, aunque por otras
razones. Parece que Quentin ha llegado a un estado en el que cree que cualquier
cagarruta suya no solo hará gracia a los hermanos Weinstein –los que le pagan
las candidaturas a los óscars– sino a todo dios, incluso a los que no han visto
westerns dirigidos por Corbucci o Castellari. Esto que los críticos pomposos
podrían llamar autoindulgencia,
nosotros preferimos denominarlo gilipollez.
Así que vamos con algo serio:
Don Jon
(Joseph Gordon-Levitt, 2013)
Posiblemente la mejor versión del
mito de Don Juan que se haya rodado nunca. Y no nos ponemos hiperbólicos porque
sí. De hecho, si uno suelta que "La lista
de Schindler es la película del holocausto judío más lujosa jamás rodada”,
sin duda, hasta la fecha, se halla en lo cierto. Otra cosa es que la peli de
Spielberg le parezca una obra maestra o una porquería. Esa es otra cuestión.
Pero veamos qué hace de este Don Jon una versión tan singular (como
bien apuntó la señora Snoid, del Don Juan de Zorrilla, el que se salva, pues
“un momento de contrición/basta para la salvación”, y no de El burlador de Sevilla, obra del XVII
atribuida con dudas a Tirso y que dio pie a la maravillosa ópera). En primer
lugar, el guionista Gordon-Levitt (además director y protagonista) ha entendido
muy bien la clave del mito: Don Juan no es simplemente un depredador de
mujeres, ni tampoco su fuerza motriz es la terna de “mundo –juego-, demonio
–burla de la religión- y carne”, ni siquiera es un gay reprimido (teoría del
ilustre doctor Marañón, que aún tiene sus adeptos). No: la cuestión es que Don
Juan es, ni más ni menos, un pajero irredento: vamos, que solo alcanza el
placer por sí y para sí. Y no hay hembra que se pueda comparar a una buena
paja. Ya lo decía Philippe Noiret en Tango:
“Y mi abuelo le decía a mi abuela, ‘Vale más una buena paja que un mal
matrimonio’. Y la pobre se ponía muy triste y lloraba”.
«¿Te apuntas?» |
Al comienzo de la película,
Gordon-Levitt establece las reglas de su Don Juan moderno. Hubiera sido fácil
convertirle en un playboy de,
pongamos, Beverly Hills, pero Jon (Gordon-Levitt) es un muchacho paleto de
Nueva Jersey, para quien las cosas importantes de su vida son “Mi cuerpo, mi
casa, mi familia, mi buga, mi iglesia, mis amigos, mis chicas.. y MI PORNO”.
Las actividades de este Don Juan son estrictamente masturbatorias y no todas se
hallan ligadas al inconfundible sonido de un ordenador Apple en el momento de
encenderse. Jon tiene éxito con las mujeres, se las lleva a su apartamento y
tras haber follado, vemos un plano picado de él y una chica en la cama. Jon se
levanta sigilosamente. Nos quedamos con el plano de la chica adormilada en la
cama y “BAAAANG”, ya está Jon dándole duro al porno con su Apple. Pero el resto
de sus rutinas tiene también un inequívoco acento pajero: Jon en el gimnasio en
solitario (levantando pesas o haciendo flexiones mientras cumple la penitencia
de su confesión semanal), Jon en el confesionario (este Don Juan no se burla de
la religión: más bien es al revés), Jon con su familia (su madre no le escucha,
su padre no escucha a nadie y su hermana solo parece tener ojos para jugar con
su móvil), Jon con sus coleguitas en el discopaf poniendo nota a las futuras
presas…
Pero hete aquí que Jon encuentra
a una mujer 10 que se le resiste, le encoña y le decide a encaminarse a la
monogamia (Barbara: espléndida Scarlett Johansson en su papel de choni pedorra;
además, el vestuario que lleva y la forma de fotografiar sus rotundos atributos
–en 1,60 de altura– por parte de Gordon-Levitt hace que, de tan exageradamente
“deseable”, parezca atrozmente ridícula: no veíamos tan bien a esta muchacha
desde aquellas de Woody Allen o esas pelis que ella misma se filmó en la
ducha). Sin embargo, Barbara tiene planes para Jon: no solo retrasa cuanto
puede el momento del coito con el chico (es una calientapollas de primera y
sabe cómo usar el sexo para doblegar a su hombre), sino que obliga a cenar
juntos a los amigos de ambos, a que las respectivas familias se conozcan y a
que Jon tenga “un trabajo de traje y corbata” y, por ello, le matricula en algo
así como un curso nocturno de “gestión de hostelería”.
«A raquetazos, por plasta» |
No obstante, Jon sigue
insatisfecho: tras el primer y ansiado polvo con Barbara, no tardamos en
escuchar el mítico BAAAAANG marca Apple;
Barbara le lleva al cine a ver películas “románticas” (para entendernos,
películas románticas tipo El hombre que
susurraba a los caballos, no Tú y yo)
y le afea la conducta en una magistral escena que se desarrolla en un centro
comercial, donde Jon va a intentar comprar unos “recambios para la mopa”, pero
Barbara se niega en redondo porque el hecho de que Jon sea un cocinitas le
irrita sobremanera…
Mientras tanto, en el curso
nocturno Jon ha conocido a Esther (Julianne Moore), una mujer que no se
escandaliza por el hecho de que Jon vea porno en su móvil (tiene mono y no
quiere que Barbara le pille), y que será, ya lo han adivinado, la Doña Inés que
redima a nuestro Don Juan.
No crean que la película sigue
una pauta feminista: aquí hay leña para todos y para todas. Si bien los hombres
son unos completos gilipollas (excelente caracterización del padre de Jon,
comiendo siempre en camiseta, una mano con el tenedor y la otra con el mando de
la tele), las mujeres no se quedan atrás (cuando rompe con Barbara, la madre de
Jon se echa a llorar desconsolada, y lo único que se le ocurre decir es “¡Solo
pienso en tu felicidad!”: es obvio que consideraba a Barbara como un medio
idóneo para que Jon no acabara siendo tan impresentable como su papá). Barbara, como tantas mujeres, es
profundamente machista: no tolera que Jon haga tareas que ella cree exclusivas
de “mujeres”, como encerar suelos. Incluso hay un breve apunte respecto a que
esas películas “románticas” no son sino “el porno de las tías”, algo que se
deja caer en la excelente escena de la ruptura entre Jon y Barbara (y es que
ella le pilla con 46 visitas a distintas páginas porno en un mismo día, vaya
por dios).
Además del inteligente guión,
Gordon-Levitt posee también talento visual. Hemos visto muchos planos repetidos
de las masturbatorias actividades de Jon. Cuando va al gimnasio, el plano de
apertura recoge a Jon al final de un pasillo donde se encuentra a la izquierda,
en primer término, una cancha de
baloncesto. Una vez redimido, Jon no se dirige a las maquinitas de pesas y
flexiones, sino que, dubitativamente, entrará finalmente en la cancha y se pondrá
a jugar con otros tíos. Ya no es un pajero. Puede que siga siendo el mismo
gilipollas de clase media-baja de Nueva Jersey, pero sus problemas con el sexo
han terminado.
En conclusión, una película que
habla del sexo y de las relaciones entre hombres y mujeres con una franqueza
que hacía tiempo que no veíamos, además de ser una astuta lectura de uno de
esos mitos culturales que parecen inadaptables e inamovibles. Todo un logro
para una opera prima, desde luego. Y apresúrense, porque el día del estreno en
la sala solo estábamos la señora Snoid y yo. A punto estuvimos de montárnoslo
en pleno cine. Solo lo impidió el que ella pensara que igual nos pillaba el
proyeccionista. Tanta gracia me hizo que la pobre creyera que aún existía ese
tipo de profesional que me concentré en la peli y no dije nada…
Estimado Sr Snoid,
ResponderEliminaroh! un hit de actualidad! para su info decirle q mis críticos de cabecera tb han hecho loas y cánticos de esta cinta PERO q no la dan en el Ritzy, o en ninguna sala south of the river de mi aprobación (tampoco pisaré un multiplex a menos q me apunten con un arma).
Que a Gordon-Lewitt aparte de en Inception le vi (le empecé a ver) es ese rollo titulado "500 days of summer" y q es tan mono q si fuera tía nadie le habría puesto la pasta para hacer ninguna peli.
Y q sobre lo del proyeccionista, tenía q haber divagado para info de la Sra Snoid lo q nos pasó en Greenwich Picturehouse (otro de esos cines south of the river con el sello picturehouse, q ha comprado algún horrible tiburón pero van a dejar así para q yo no me entristezca).. decía, q hasta en esta cadena de cines (q no odeon o wolrd of cinema) nos pusieron 2 o 3 veces el comienzo de otra peli... Hablando de proyeccionista, una peli q repone ahora el Ritzy por eso de la navidad y q a usted seguro le horripila y a mí me hace llorar sin cuento: "Cinema Paradiso"... ahhhh
Póngame usted a los pies de su señora
di
Estimada señora,
EliminarGracias por sus amables palabras. Nos gustaría poder decirle que por este primer comentario ha sido agraciada con un viaje de fin de semana a Eurovegas, con todos los gastos pagados para usted y su Vagando's Eleven, a excepción de la calderilla que se dejen ustedes en las mesas de juego. Sin embargo, puestos en contacto con la cúpula de Las Vegas Sands Corporation se nos dice que hay un impasse en el proyecto, pues el gobierno de la comunidad de Madrid y el gobierno central no acaban de dar el visto bueno a la última exigencia de Sheldon Adelson: la legalización de la esclavitud en la comunidad madrileña. Aunque Rajoy, Montoro e Ignacio Gonzalez consideran que tal medida vendría a paliar las cifras de paro y el número de "personas económicamente débiles", creen que se produciría un nefasto efecto dominó que empujaría a otras muchas comunidades autonómicas a seguir esta senda y que ello causaría un caos en el mercado esclavista.
Por otro lado, cuando Herodoto visitó Egipto se quedó pasmado viendo los jeroglíficos de las pirámides y preguntó a los egipcios presentes qué significaban. "Es el número de pepinos, pimientos y espárragos que consumieron los que trabajaron en esta pirámide". El humor egipcio, ese gran desconocido. Y además no creemos casual que se mencionaran hortalizas itifálicas porque sí. Nos da que los egipcios tenían a los griegos de entonces como unos julandrones de armas tomar. Y le cuento esto porque el desciframiento de su mensaje me ha quitado varias horas de pasar la mopa.
Por lo que respecta al dinero, ese dios de ustedes, la peli de la que hablamos costó 6 millones de dólares. Ágora, por poner un ejemplo universalmente conocido, costó 50 millones de euros. ¿Cómo es posible, preguntará usted? Muy simple: Scarlett Johansson y Juliana Moore trabajaron por el salario mínimo, como si fueran españolas de bien, y el señor Gordon-Levitt no cobró un duro: iba a porcentaje.
Si solo la ponen en el Yelmo Multiplex de Chelsea o en el Cinesa del East End y su exquisita sensibilidad le impide ir a estos antros, no se preocupe: pronto entrará la peli en el circuito alternativo, y, un poco después, la podrá ver en el National Film Theatre, que ahí siempre hacen ciclos imaginativos...
Respecto a que Joseph sea bello, no lo dudamos: pero sobre todo estaba guapo en una titulada "Brick"; que a una meritoria igualmente bella no le hubieran dado la pasta, eso sí lo dudamos, dado que ya sabe usted lo que costó. Nosotros, en nuestra ingenuidad, pensamos que no hace falta ser hija de Coppola, tener nariz de boxeador y llevar complementos de Louis Vuitton para hacer unas pelis inmundas. De hecho, Kathryn Bigelow, la nueva Leni Riefenstal, es una mujer bellísima que trabaja con presupuestos muy ajustados...
Respecto a "Cinema Paradiso" no sé qué decirle: es que a mí esas películas de señor mayor con niño en lugar cerrado me parecen como algo perturbadoras... Porque, ¿qué ser adulto en sus cabales soporta a un crío durante horas si no es su hijo o esconde turbias intenciones?
Suyo siempre
Estimado Sr Snoid,
EliminarEntiendo q en la soledad de su desconocido blog de minorías (yo, sea realista, soy la única solitria lectora, no crea que Francisco José, su negro q le sube los post, le lee, ni tampoco la Sra Snoid, q está muy ocupada en el mío convirtiendo infieles). Decía q sí, q entiendo q se siente solo y me castigue con premios inmundos... pero q aprenda de Maestras del Bloguerío y los premios con los q obsequiamos a nuestros seguidores, q me consta se pegan por ellos. O se retan en duelo.
Y sigo. Lo de las hortalizas me lo vienen comentando pero es q tengo un teclado ciertamente oposicional, y no he venido a luchar contra los elementos. Tendrá q asumir q la puntuación, acentuación e incluso, es cierto, la escritura, no son una prioridad en mis comunicaciones.
Permítame estar en desacuerdo con q a cualquier tía buena con talento le dan 6 millones de nada para expresarse. Si no, míreme a mí. Solo me han ofrecido cantidades mucho menores por el divlog, a lo q puede ver q me he negado. Ya me imaginaba q no le gustaría "Lost in translation", con la q incluso me río. Donde esté una muda de Buster Keaton... ahhhh eso era cine!!! Con Bigelow estoy de acuerdo. zzzz.
Que está usted podrido por dentro ya lo sospechábamos, queda confirmado con su análisis de Paradiso... le van a contratar para una cuña q ponen aquí en los cines (independientes, of course, por quién me ha tomado) en la q sale un acomodador o similar explicando su análisis de una peli... se llama "seeing films differently". Le veo a usted: "C. Paradiso" va en realidad de un paidófilo q se mete a proyeccionista y...."
muxus y ánimo
di
Y NO, NO SOY UN ROBOT. Mr Snoid, me parto con esto...
¡Ah, señora mía! Así que pertenece usted a la antquísima causa, ya casi olvidada, del feminismo militante! Perdone entonces que no me haya expresado con mayor crudeza. Así que "Tengo talento, tengo belleza, pero no me dan la pasta para la peli porque soy mujer", o "No me ascienden, porque soy mujer", "Tengo estreñimiento porque soy mujer" o "Mi profesor de tenis no me quiere porque es gay". Acabáramos. Posiblemente sea usted la responsable de que la señora Snoid me enchufara hace unas noches un horror saudita titulado "La bicicleta verde", esa típica película del tercer mundo rodada con dinero alemán y gringo, y que es capaz de ablandar las conciencias más encallecidas porque los moros son malos con sus mujeres y las niñas no pueden montar en bici. Pues sepa usted que la mora que la dirigió, Hafaa Almanzor, bisnieta del que perdió el atambor, no sólo esta buena, sino que le dieron algo más que seis millones de dirhams. No en vano es titulada por la universidad de Sidney y rica de nacimiento. Menos mal que siemore nos quedarán los pijos (y las pijas) para salvar a los oprimidos. ¿Y usted quiere como modelo para su hija a una Hipatia cualquiera? A saber: bella, inteligente, independiente, frígida, antipática y además termina martirizada... Hay un montón de santas y beatas que responden a este perfil en la fe que usted sin duda abandonó, esa fe que crea contextos similares a los de "Cinema Paradiso" (señor mayor encerrado con niño). Pruebe con Madame Curie, a no ser que le dé grima morir de un cáncer espantoso. O una Juana de Arco cualquiera. Pero me temo que usted, como todas las mujeres, feministas o no, desea el final feliz. Seguiré cavilando en ello...
EliminarSuyo siempre
Estimado Sr Snoid,
EliminarFíjese, un par de anotaciones y ya me ha pillado! Es q las feministas de la vieja escuela somos así, se nos reconcoe a la legua, particularmente por nuestras axilas velludas, o, llamémoslo por su nombre, peludas. Pero su intento de crudeza no nos arredra a las hordas de amazonas con arcos a lo Jennifer Lawrence en los "Hunger Games"... no! excecrable parangón del patriarcado, usted da alas a nuestros caballos q, devenidos a Pegasos justicieros pondremos en su sitio a usted y a su grey! Ahhhh. Dónde estaba? Me hace perderme. Y mire q me fastidia estar de acuerdo con usted en alguna cosa, pero ale, ahí va, q quede plasmada aqui mi flexibilidad... "La bicicleta verde", ozú, q dicen lso andaluces, horreur.. Y sobre Hipatia, q sí, lo mantengo (ya me echo la bronca la Sra Snoid el otrro día), la quiero de modelo (como a la de lso hunger games) pq hay q explicarselo todo, q en esa época eran así de serios, que parece q no haya usted leído libros ni visitado bibliotecas, y q ese lirbro de la risa de aristoteles q se quemó es una leyenda urbana! Juana de Arco estaba sicótica y Marie Curie abre otro debate fascinante -pero q no tendre aquí, q ya escirbo más en lso kaputxinos q en mi blog!- sobre feminismo y clase.
Póngame más a los pies de su Seniora
di
Lo de robot ha de salir, le aseguro q hasta en un blog de grandioso éxito, de crítica y público como el divlog no es necesario.
EliminarAh y una barra q me sale en la barra vertical derecha también, q no me deja bajar (esto es para Francisco)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVaya..iba a comentar algo sobre cines pequeños, películas que no llegan a circuitos y que no se pueden ver en televisión pero os veo tan mano a mano que me da vergüenza.
ResponderEliminarDi, alucino con lo bien que escribes en este blog XD. Hasta pones acentos.
Pero no se corte, señora Molinos: todo lo que esté relacionado con cines pequeños y películas que no llegan a ver la luz es muy interesante. De hecho, todos estos comentarios bizarros vienen a cuento de una película "minoritaria" en principio, pero que tiene un moderado éxito porque la gente comenta que es buena... Otra cosa es que haya películas tan desgraciadas que no tengan estreno ni tengan pase por TV: muchas más de las que imaginamos, y no solo subproductos tipo "Los siete Karatekas de oro contra Emmanuelle".
ResponderEliminarTras el éxito de Dalibor y La novia vendida, Mahler quería representar otra ópera de Smetana. Las negociaciones para obtener Libuše fracasaron, y lo mismo pasó con Rusalka de Dvořák; en el último caso, al compositor no le satisfacían las condiciones económicas que le ofrecía Viena.
ResponderEliminarSeñor Snoid...puedo contarle historias terroríficas sobre pelis buenas que no llegan a donde deberían...y pelis atroces que llegan demasiado lejos...por mi culpa.
ResponderEliminarEsta la apunto para ver. Ahora mismo tengo una caja con 35 sorpresas para ver...las elijo al tuntun..a la ruleta rusa. Viviendo al límite.
¿Por su culpa, señora Molinos? Creo que no la entiendo...
ResponderEliminarBien, para empezar, me cabreo. ¡Por Kortatu que fui el primero en comentar! Que no le gustara el comentario y no lo subiera, o no supiera hacerlo, no me debe privar de que me deje pagadas unas cañas en un bar de alcorcón para jugar a las tragaperras y fumar.
ResponderEliminarPara seguir, lo noto a usted poco mediterráneo, así que todo juicio sobre Cinema Paradiso lo considero falto de fundamento.
Por otro lado, que sepa que la bicicleta verde fue idea mía, que hay una señora Snoid que tiene mucha fe en que las féminas coránicas acabarán con esa prácticas y le hablé de esta peli en el sentido de que "si quieres arroz, Catalina". A mí me gustó, sobre todo, porque vi la esperanza en las mujeres no coránicas.
De ese Don Jon, nada sabía, pero ahora tendré que verlo.
Cojones, ¿y qué le importa a usted que seamos robotes? ¿Por qué nos martiriza con esas letras ilegibles?
ResponderEliminarQuerido Nan,
ResponderEliminarYa siento que no entrara su comentario: no fue culpa nuestra, se lo aseguro. Fruto de la torpeza informática, sin duda. Porque uno está siempre dispuesto a leer comentarios destructivos, y cuan más destructivos, mejor. Respecto a los dichosos filtros, los tres nos estamos planteando hacer barra libre, dado el volumen de protestas y molestias que al parecer causan.
Es posible que uno sea poco mediterráneo, pero... La cuestión tiene que ver con la lágrima fácil y el famoso subgénero italiano de "película con niño": niño con obrero al que le roban la bici, niño con proyeccionista, niño que disfruta del holocausto más feliz jamás filmado... Lo que no implica que todas sean espantosas: los niños en "Roma ciudad abierta", el niño de "Alemania año cero" e incluso la niña de esa olvidada película de Visconti, "Bellísima". Niños encantadores que no persiguen el lagrimeo barato. Cuestión de gustos, vamos...
Pues a mí me parecieron muy "coránicas" las mujeres de "La bicicleta verde". Lo que me desagradó es que adoptaba un punto de vista en el que sobresalía el MENSAJE a cada plano. Todo subordinado al MENSAJE dichoso. Por no hablar de que parecía una peli europea chunga de arte y ensayo, pese a la dirección de Almanzora. Le recomiendo -en el apartado "coránico"- las pelis de Abbas Kiarostami, que tienen más talento, verdad y combatividad (encubierta) que cien mil bicicletas verdes.
Quedo a su disposición para esos tragos de desagravio.
En este tema del cine, me temo que acabaré dándole la razón al final... pataleando un poco al principio.
EliminarAunque hay una emoción que es propia de uno mismo. En Alicante, en los meses de agosto,en los que mi padre tenía vacaciones, íbamos 3 o 4 noches a la semana al cine de verano, con el bocadillo de tortilla francesa y botellas rellenas de agua del grifo. A ver dos pelis comiendo pipas. No es de extrañar que la peli me emocionara.
La barrera antirrobótica hay que reconocer que es un coñazo. A veces es fácil, como en la útltima ocasión, pero otras veces te quedas bizco (o más bizco de lo habitual) intentando descifrar las letras.
Sería de agradecer que lo quitara. Total, la Cia y el Mosad entrarán con igual facilidad.
Ha sido eliminada la barrera arquitectónica en favor del acceso a minusválidos. La verdad es que no tememos demasiado las intromisiones de la CIA o del Mossad, pues de momento no hemos puesto las palabras clave -terrorista, defensor de los creyentes, yihad, gringo de mierda, Solo existe Alá y Mahoma es su profeta, Allah Akbar, bomba humana, Rajoy es un yihadista encubierto, etc.- que harían saltar las alarmas en Langley (Virginia), en Quantico (Virginia) y en todos esos lugares de los que parece que Virginia está plagada...
EliminarTiene usted razón sobre los entrañables recuerdos cinéfilos de la infancia. Mi padre me llevó con seis añitos a ver 2001 y aún no le he perdonado tan lisérgica experiencia. Esto explica muchas cosas, supongo...
My love... Wherever you are... Whatever you are... Don't lose faith...
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