La página del señor Snoid
Estrenos de ocasión
La llegada (Arrival, Denis Villeneuve, 2016)
Lingüística aplicada
Algo sorprendente de La llegada es que basa su postulado argumental
en una teoría de la adquisición del lenguaje. Si una persona se sumerge
totalmente en un idioma extranjero (un idioma que no tenga relación con el
propio: en nuestro caso cualquier lengua indoeuropea queda descartada) y llega
a pensar en ese idioma, su estructura cerebral cambia. Aunque no creemos en tal
teoría —como tampoco en los fundamentos de la gramática
generativo-transformacional— admitimos que nos agrada. De hecho, el hermano
Francisco se ha puesto a aprender el idioma malayam, Gorostidi el apache y un
servidor de ustedes la lengua bosquimana ¡kung, basada en chasquidos, “clicks”,
carraspeos y un infernal sistema vocálico. Todo ello para que se transforme
nuestra configuración cerebral y logremos ser un poco menos memos.
La protagonista de La llegada, la experta lingüista doctora Banks
(Amy Adams), consigue pensar en el idioma de los extraterrestres y su mente
queda notablemente afectada, sobre todo su conciencia temporal: es capaz de
tener ensoñaciones con su futuro personal. Ello da lugar a uno de los mejores
momentos del film: cuando por primera vez abraza a su compañero, el matemático
Ian Donnelly (Jeremy Renner), y exclama: “¡Hacía tanto tiempo que no me
abrazabas!”.
No sólo el guión de La llegada hace que éste sea un film bastante
insólito: sorprende su calculada falta de espectacularidad. Aunque hay planos excelentes
de las naves extraterrestres, alguna que otra peripecia aislada (ese momento,
al parecer omnipresente en este tipo de película, en el que unos militares más
bien brutos ponen una bomba en la nave al desconfiar de las intenciones de los
aliens; no obstante, el director no muestra ni un solo plano del consiguiente
enfrentamiento entre los militares “buenos” y los “malos”: algo asombroso) y un
uso inteligente de los efectos especiales, nos hallamos más cerca —salvando las
distancias— del Solaris de Tarkovski que de los Encuentros en la tercera fase de Spielberg (aunque la
protagonista comparte la progresiva obsesión que dominaba al personaje de
Richard Dreyfuss en la cinta de Spielberg; eso sí, con menores dosis de
histerismo).
La visita de los calamares gigantes del espacio
exterior
Otro rasgo interesante de La llegada es que posee un tono reflexivo,
bastante alejado de cualquier exceso melodramático. Una característica habitual
del cine del canadiense Denis Villeneuve: si bien en films como Prisioneros o Sicario se mostraban cosas espantosas, el
director hacía lo posible por no subrayarlas, quizá pensando, con toda la razón
del mundo, que ya era bastante horrible el simple hecho de mostrarlas (algo que
convertía a estos dos films, sobre todo a Prisioneros, en historias inquietantes y
fascinantes a la vez). La llegada enlaza con sus films norteamericanos anteriores, y con la
espléndida Incendios, en que el argumento nos muestra un misterio que hay que desentrañar;
los personajes reaccionarán de forma dispar según avancemos en la resolución
del enigma (Hugh Jackman y Jake Gyllenhall en Prisioneros, Amy Adams, Jeremy Renner y los
militares y el agente de la CIA en La llegada); personajes de carne y hueso que
evolucionan y cambian de forma muy convincente según progresa el relato. El
misterio resulta tan apasionante como los protagonistas de la ficción (un logro
notable, pues ni Adams ni Renner son actores extraordinariamente
“carismáticos”).
No es una muestra del alfabeto
extraterrestre: es una oración subordinada de relativo
Ultimátum a la Tierra
La llegada podría haber sido muchas cosas: un alegato ecologista, un
film que combinara el suspense con la ciencia-ficción, un relato de aventuras,
una cinta de extraterrestres “seria”... Y, en parte, es todo esto. Pero
Villeneuve consigue hábilmente que todos estos elementos queden en la
sugerencia y que no cobren un protagonismo excesivo. La acción “externa” es
mínima y lo más apasionante de la historia son los esfuerzos de la protagonista
para lograr comunicarse con los extraterrestres (Adams y Renner bautizan a sus
dos interlocutores como Abbott y Costello: prueba de que los aliens no estaban
muy versados en cultura popular terrícola; tal insulto hubiera merecido que
arrasaran toda vida animal y vegetal del planeta).
Sin embargo, el resultado final nos resulta extraño. Nos
encontramos con una película excelentemente rodada, los actores cumplen a la
perfección con sus papeles (Villeneuve se aleja de los estereotipos al retratar
a los militares y al agente de la CIA; incluso el militar que pretende hacer
estallar la nave tiene una motivación profundamente personal y comprensible),
hay varias escenas magníficas (el desarrollo del romance entre Adams y Renner
solamente se enuncia: lo lógico para el personaje de Renner es que manifieste
su admiración por Adams diciéndole: “Piensas en la lengua como si fueran
matemáticas”; la primera ascensión al punto de encuentro en la nave tiene la
dosis justa de inquietud y ansiedad; los planos que parecen pertenecer al
pasado se muestran llenos de sentido cuando nos damos cuenta del cambio que ha
sufrido la protagonista...). Y, no obstante, el film no consigue dejar un poso
duradero en el espectador. Sus dos horas de metraje se ven con sumo agrado y
transcurren en un suspiro, pero quizá el método elíptico y sugerente de
Villeneuve sea un impedimento para obtener una emoción duradera y, a la postre,
La llegada no
sea la obra maestra que bien podría haber sido.
“¡Está lleno de estrellas!”
Tus Estrenos de ocasión me producen un deseo de ir al cine a ver esas pelis, aunque dudo mucho que hasta dentro de 4-6 meses sea capaz de sentarme en una butaca de cine o de teatro.
ResponderEliminarQuizá la "oración subordinada de relativo" me empuje a sacarla del videoclub en cuanto la hayan quitado de las salas. En casa puedo ver algunas pelis, haciendo descansitos para caminar por el pasillo.
Ya lamento que estés postrado o semi-postrado. Creo que la peli te parecerá interesante (entre otras cosas) por el énfasis en el aprendizaje de una lengua totalmente extraña. Claro que estos científicos gringos poseen unos recursos, digamos, más sofisticados que el Método Vaughan.
EliminarÁnimo, que cuatro meses pasan en un suspiro. Cuídate mucho.
Benvolgut Señor Snoid,
ResponderEliminarA mi m'ha passat una cosa semblant. Reconec que m'agraden molt algunes coses d'aquesta pel·lícula. Bàsicament com afronta el problema de les dificultats de comunicació amb els extraterrestres i la música de Johann Johannson. És una pel·lícula molt adulta i estranya perquè un tema que sempre s'ha banalitzat molt en Hollywood, ara és abordat d'una manera molt adulta. Però no m'acaba de funcionar el missatge pacifista, que trobo molt ben intencionat però ingenu, ni l'acceptació del destí de la protagonista. A mi sempre m'han agradat molt les novel·les de ciència-ficció d'Stanislaw Lem, que també va manifestar les dificultats de comunicació amb altres cultures (sempre criticava que els extraterrestes estiguessin humanitzats i que el llenguatge que justificava la "conquesta" de l'espai), però ell aquesta confiança amb la Humanitat no la tenia. Per la meua banda, tenia moltes ganes de veure-la perquè per a mi Villeneuve, amb "Prisoners" i "Sicario", va ser tot un descobriment; i aquesta m'ha agradat, però no tant. Fins i tot li confessaré un secret: m'agrada més "Interstellar" (tot i que té els mateixos problemes: la confiança en l'humanisme i l'amor per resoldre problemes cosmològics).
No he visto "Interstellar". Es que, la verdad, las pelis de Nolan me parecen algo pendejas, sobre todo por esa grandilocuencia asociada a unas historias de tebeos. Estoy viendo la serie de su hermano y guionista, Westworld, y hay que decir que no defrauda: androides o replicantes y metafísica. No obstante, es más ligera que Inception y esas cosas...
EliminarDebes ver esa peli canadiense de Villeneuve, Incendios: a mí me gustó más que "Prisioneros" o "Sicario"...
Tienes razón en que hoy (y lo fue en el siglo XX) la utopía es casi siempre negativa, a diferencia de épocas anteriores que tenían fe en el progreso. Y sí, es otra de las curiosidades y extrañezas de la peli: hay esperanza.
Jo tinc el mateix problema amb Nolan: la grandiloqüència i la serietat amb què ha abordat el personatge de Batman o el món dels somnis en "Inception" resulta molt carregant. Però en "Interstellar", en canvi, funciona bé. De fet, mostra d'una manera molt simple i eficaç el final de la humanitat (sense cap imatge catastrofista) i els moments en l'espai exterior són francament fascinants. Ara bé, igual com en "Incepcion" és una pel·lícula que requereix de massa explicacions (recorda allò del somni dins del somni?; doncs ara ens expliquen la teoria de la relativitat i la possibilitat de viatjar a través d'un forat de cuc), i el resultat també és carregant. Però miri-la que val la pena... a més, no es lliurarà de la ració d'apoteosi musical de Zimmer (tot i que un poc més contingut del que ens té acostumats).
EliminarVeurè "Incendis"... i què tal "Enemy"?: són les que em falten per veure d'aquest director, a banda d'alguna més canadenca.
A mí, en cambio, me apasiona Nolan. Ayer vi "Incendies", que me pareció muy notable en su conjunto y con muchos momentos sobresalientes. Tienes que verla, Fèlix, es de las cosas verdaderamente buenas que se han hecho en lo que llevamos de siglo.
EliminarDisculpe, señor Snoid, en realidad yo estoy aprendiendo el badooiano, que es un mucho más divertido que el malayam y con el que empezamos a cosechar nuestros primeros éxitos... De Villeneuve vi la primera hora de "Prisioneros" con Ramón y nos dio tan mal rollo que la quitamos. Fèlix, Aarón Rodríguez y usted nos han convencido, no obstante, de que deberíamos insistir con este director, incluso sin estar convenientemente drogados. Lo malo es que a mí cada vez me da más pereza ver cine de 1980 en adelante...
ResponderEliminarLos pecados de la inquisición: por un lado censurando y por otro badooiando. En fin...
ResponderEliminarPues la segunda hora de "Prisioneros" da aún más mal rollo que la primera.Te digo lo mismo que a Félix: pilla "Incendios".
En cuanto a lo del cine "Aprox. d. 1980", no sé qué decirte. Es posible que en lo que respecta al cine gringo, si lo comparas con épocas anteriores, el resultado sea un poco deplorable. Pero míralo desde otro punto de vista: las pelis de Abbas Kiarostami, Erice, Koreeda y otros tantos... Por no hablar de la nueva comedia española tipo "Villaviciosa de abajo" (Grupo A3 Media con la cultura europea)
Koreeda... No he visto nada suyo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDe Koreeda he visto "Milagro", "De tal padre tal hijo" y "Nuestra hermana pequeña". Me encantaron, sobre todo la primera y más todavía la última. Desborda delicadeza.
ResponderEliminarSí, después he caído en la cuenta de que era el director de "Nuestra hermana pequeña", glosada convenientemente por Mr. Snoid en esta nuestra humilde página.
EliminarY sí, se han hecho grandes cosas a partir de 1980, desde luego; cosas que, además, por la forma o por el fondo, no podían haberse hecho antes de 1980. Pero, vaya, que yo, puestos a elegir, me quedo con los maestros antiguos.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
EliminarDespués de la pastelería (que no era pastelería) he podido ver "Nadie sabe" y "Still Walking". Tremendas ambas. La última es como un anti-Ozu dentro de un Ozu (la familia y cómo se descompone) y la primera un cuento infantil cruel, crudelísimo, en la senda de "Viento en las velas" o "A las nueve cada noche"...
EliminarQué bien que te haya gustado y que te guste Villenueve. "Prisioneros" y "Sicario" me gustaron mucho. A ver si veo "Incendies".
ResponderEliminarEn algunos aspectos es mejor que las norteamericanas: no te defraudará...
ResponderEliminar